Este blog tiene una doble función: por un lado, me gustaría que me sirviese a mi de aprendizaje. Por otro, trato de compartir algunos conocimientos relacionados con los perros para quien le pueda interesar.

No pretende ser una guía canina ni es rigurosamente científico, se trata de simplificar conceptos y transmitirlos de una forma amena para quien no esté familiarizado con este mundillo.

martes, 14 de mayo de 2013

Tal para cual

Cuando me fui de casa de mis padres, mi perra Prechel se vino conmigo. Y, desde el mismo momento en el que hubo fecha de mi partida, mi madre comenzó a sufrir el síndrome del nido vacío... canino. Triste por quedarse sin perro en casa, me pidió que, antes de irme, me encargara de buscar un digno sustituto que les hiciese compañía a ellos dos.

Mi primera opción fue adoptar un galgo, aunque tuvimos muy mala suerte con esa experiencia. Por desgracia, la persona con la que contactamos nos engañó, nos hizo conducir 600 km prometiéndonos que tenía un galgo ideal para ellos, tranquilo y perfecto para vivir en un piso... para después encontrarnos con que el pobre galgo no era "adoptable", ya que tenía auténtico pánico a los hombres y no estaba dispuesto a estar en un espacio cerrado sin morirse de terror. Con todo el dolor de nuestro corazón, nos fuimos de vuelta a Madrid con las manos vacías y sin muchas ganas de comenzar de nuevo la búsqueda para adoptar, por lo que pasamos al plan B.

Otra cosa no, pero libros de perros tengo toda una colección, por lo que -cual "personal dog-shopper", una profesión que yo de buena gana ejercería a tiempo completo- estudié todas las razas posibles para encontrar a la más afín con el estilo de vida de mis padres. Una noche, mi madre estaba haciendo la cena y yo planté uno de mis libros encima de la mesa de la cocina, abierto por la página del Pug o Carlino: "Mamá, tiene que ser éste". Mi madre hoy lo negará todo, pero en aquel momento dijo: "Hija, ¿no hay perro más feo?".

La primera foto que vieron mis padres de un Carlino...
Probablemente no, pero el Carlino era la raza que mejor les encajaba. Lo suficientemente pequeña como para poder viajar con ella si quisiesen, simpática, poco ladradora,  faldera, amable con los niños, sociable con otros animales, cariñosa, que requiere pocos paseos, fácil de educar... yo lo veía claro.

Mis padres se fiaron de mi y, a pesar de que no les gustaba a priori, me dejaron contactar con varios criadores y, después de muchos otros pasos, terminamos llevando a Sancha a casa.

Primera foto de Sancha
El criador de Sancha, Javier Matellán del afijo CarloCarlin, fue alguien honesto y profesional, ya que advirtió a mi madre, antes de darle a la cachorra, de que a estos perros había que limpiarles con paciencia los ojos y la arruga de su nariz todos los días, algo que no venía en los libros. Pero mi madre -que, según vio a los Carlinos al natural, le dejaron de parecer feos-  lo ha convertido en una rutina diaria y no parece importarle. A Sancha, todo se le perdona. Incluso sus ronquidos nocturnos... mi madre la defiende alegando que "sus ronquidos le arrullan".

Sancha es una perra maravillosa, realmente bonita (dentro de los cánones que mandan su estándar) y a veces parece más un gato mimoso que un perro normal. A mi me encanta cogerla en brazos y mimarla, pero creo que nunca eligiría esa raza para mi. Demasiado pequeña. Me da demasiada alergia. Requiere demasiados cuidados. Sale demasiado cara de mantener. Demasiado obstinada. Respira demasiado mal. No tiene fuelle como para soportar una caminata larga o jugar con la pelota durante horas. Demasiado delicada.

Pero, para ellos, es perfecta. Son tal para cual.

Sancha a día de hoy
La moraleja de todo esto es que no debemos dejarnos llevar (sólo) por el físico de una raza para elegirla, aunque a veces esta sea la manera de que nos entre por los ojos. Hay que saber mirar más allá y buscar las cualidades que queremos encontrar en un perro: si queremos que sea más o menos guardián y protector, si queremos que sea bueno con los niños y otros animales, si pretendemos hacer algún deporte con él, si buscamos compañía o un perro más independiente, si queremos una raza con un alto nivel de energía o más sedentario, etc.

Hay muchas razas, mucho donde elegir y mucho que estudiar antes de decantarse por una u otra, no se trata sólo de hacer el habitual filtro por tamaño. Hay razas gigantes que son felices con pocos metros cuadrados y perros pequeños que necesitan un lugar donde correr y desfogarse. Lo importante es que, a la hora de elegir un nuevo cachorro, escojamos siempre a aquel que se adapte más fácilmente a nuestra rutina, siendo su aspecto externo el factor menos importante de todos.
La ventaja es que, en mi opinión, todos los perros terminan siendo los más guapos para sus dueños, sean como sean en realidad. Y si no, que se lo pregunten a mi madre, que el otro día llegó indignada a casa porque un vecino le había dicho en el ascensor "que su perro parecía un rape".

7 comentarios:

  1. Enhorabuena por el blog, ya tienes una seguidora más. Alicia de Emperrados http://blogs.elpais.com/emperrados/

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  2. De los carlinos en casa solemos decir que son tan feítos que resultan guapos.Lo decimos con toda la ternura, porque no hay ningún perro feo, sólo humanos que no sabemos mirar.

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  3. En resumen, que si no te mueves de casa es preferible tener un perro que respira tan mal que apenas puede andar un rato, bueno, sedentario si va a ser si, pero yo para mí que sería mejor no criar perros genéticamente enfermos, no creo que respirar mal sea agradable para él así como no poder jugar un buen rato.
    Como no adoptaría un perro enorme porque los fines de semana me gusta ir al campo si solo lo puedo tener en un piso entre semana.
    Y no, por su puesto que no hay que matarlos, que veo venir la marea, como no hay que matar un perro con una malformación congénita, pero tampoco lo reproduciría vamos...

    Saludos, y no se me revolucionen mucho que solo es un comentario.

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  4. Pues yo tengo una Carlina que es preciosa, hija de campeones europeos, y sinceramente... es a lo que acostumbres a la raza, es cierto que al ser chato con el calor lo pasan mal, pero cuando hace fresco me llevo a la mia a correr, es muy activa, la encanta jugar con la pelota, de hecho es buena raza para agility, no necesita apenas cuidados, es una raza fuerte, con cepillarles, limpiarle las legañas todos los dias y la arruga una vez a la semana es mas que suficiente, al tener los ojos grandes es probable que a lo largo de su vida sufran alguna ulcera que con un colirio se curan, como todas las razas depende de los cruces del criador, si son malos cruces con genetica debil te salen perros con tendencia a varias enfermedades congenitas y geneticas... pero sino tienen muy buena salud.
    Si te metes en youtube y pones "Minnie and Max pug" te daras cuenta de lo activos que pueden llegar a ser, al igual que si pones "agility pug" o "pug surfing"
    En cuanto a lo de faciles de educar, son tercos como MULAS... por eso puede ser mas costoso educarles.
    Para mi es la mejor raza del mundo.. son unicos... a parte que me parecen preciosos, solo los que son de buenos criadores, porque sino son super feos.

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    1. Hola a los dos y gracias por comentar! Lo que quiero decir en mi post es que existen razas más adecuadas a cada estilo de vida y el aspecto físico no ha de ser lo único que se debe tener en cuenta a la hora de meter un perro en tu familia. Los Carlinos no son perros "genéticamente enfermos", simplemente tienen el morro chato y eso implica que puedan tener dificultades respiratorias provocadas por el calor y por la edad. No es que siempre respiren mal, pobrecillos.
      Los carlinos pueden correr como balas y hacer deporte siempre y cuando las temperaturas no sean muy altas y sean jóvenes y sanos. El carlino de mi madre, con 7-8 años ya ha comenzado a necesitar una vida mucho más sedentaria, paseos menos largos y más tranquilidad. No sufre, afortunadamente, de ninguna enfermedad pero va perdiendo fuelle.

      En su caso, además, ha sido relativamente fácil de educar en una obediencia básica (ir con la correa, sentarse, quieta, ven... esas cosas), supongo que intentar enseñar a un carlino agility tiene que tener su miga ;-)

      En definitiva, cada perro es un mundo y no sólo el hecho de que nos guste por fuera significa que sea el más adecuado para uno, no creéis?

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